Foto tomada de https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/4/4a/Tebas-16-08-13.JPG. |
Javier Tebas es un buen negociante. Mejor dicho, excelente. Ha convertido en un negocio los sentimientos de millones de personas de todo el mundo. Porque, no nos vamos a engañar, la liga española es seguida en todo el mundo y gran parte de la culpa la tiene Tebas. Culpa porque todo esto perjudica a los aficionados locales. Tebas permite que la televisión elija los horarios, y esta, para que lo puedan ver en otros países y así ganar dinero, lo ponen a horas tales como viernes a las 21:00, sábados a las 13:00 o lunes a las 21:00. Él ha firmado un contrato que decía que LaLiga iba a disputar un partido en Estados Unidos y le quería quitar a los aficionados del Girona el ver a su equipo en su estadio contra el Barça. Eso no se puede hacer, y menos sin avisar antes de que empiece la temporada. Y si lo haces, pueden pasar cosas como lo que le ha pasado, que todas las aficiones canten "Tebas vete ya" en los partidos.
El fútbol no es solo un negocio, sino que también es un sentimiento, una pasión. Por eso va la gente al estadio, a sufrir y a alegrarse por su equipo. Algunos con experiencia. Otros, recién llegados. Pero todos comparten algo: aman el fútbol. El fútbol no les da dinero, de hecho les hace perderlo (entradas, camisetas, merchandising...), pero lo siguen porque les gusta. Esa es la esencia del fútbol. El amor. El dinero compra muchas cosas, pero si amas algo jamás lo vendes. Si amas el fútbol jamás dejas que se convierta en un negocio. Así que, mientras haya gente que ame el fútbol, jamás se convertirá del todo en un negocio.
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