Borja Fernández. Foto tomada de https://www.lapreferente.com/imagenes/jugadores/20172018/56606.jpg?f=20171219. |
Borja Fernández ha tenido la mala suerte de estar en el lugar adecuado en el momento adecuado, pero para mal. El pasado día 16 de mayo, dos días antes del Valladolid - Valencia, partido supuestamente amañado en el que Borja se retiró, este se reunió con Raúl Bravo, el cabecilla de la trama, en el Bar Corinto, que se sitúa en frente de la casa del orensano Borja y del que es propietario. En esa reunión, según Borja, Raúl Bravo le pidió ayuda para ser entrenador de uno de los filiales del Real Valladolid. El club pucelano ha afirmado dicha versión. ¿Por qué no creerse esa versión? Además, el club blanquivioleta ha buscado desde el primer momento quitarse de en medio cualquier responsabilidad. ¿Y cuáles son las pruebas entonces? ¿Que en una frase en una conversación entre Raúl Bravo y Carlos Aranda uno le dijo al otro: "Tranquilo que Borja nos lo arregla"? ¡Venga ya! Puede no haber aceptado. Además, puede incluso ser otro Borja.
Además, me ha llamado la atención cómo detuvieron a Borja: le sacaron esposado de su domicilio. No me parece adecuado. Además, otros supuestos miembros de la trama no han sido esposados.
Para terminar, me parece lamentable que algo como esto ocurra en el fútbol. No debería amañarse ningún partido y menos en ligas profesionales, en las que los futbolistas ya tienen asegurada la vida.
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